He tenido el lujo de poder hacerle unas preguntas a Toni Peña, un atleta excepcional reconvertido a entrenador online de corredores populares. Tuve la suerte de toparme con Toni buscando entrenamientos online para preparar mi primera maratón. Tras la experiencia (inolvidable), me quedé con ganas de saber un poco más de su vida como atleta de élite.
El resultado es esta entrevista.
Toni Peña (1970) recuerda su infancia corriendo. En su pueblo Felanitx (Mallorca), o jugabas al fútbol o corrías. No había mucho más. Y Toni corría, porque se le daba bien.
Desde muy joven destacaba en la larga distancia. Debutó en maratón con solo 22 años, con una marca asombrosa (2:11:35), resultando ganador de la prueba (San Sebastián).
En tres ocasiones corrió una maratón por debajo de 2:08 y su mejor marca fue en Japón donde hizo 2:07:34, llevándose la victoria. Fue campeón en Maratón (1997), de Gran Fondo (1991) y de Media Maratón (2000, 2002, 2005). Y en el 2004 participó en las Olimpiadas de Atenas.
Después de dejar el deporte profesional y al cabo de unos años, Toni se forma como entrenador y monta Bikilo running, donde comparte todos sus aprendizajes como atleta de élite y ofrece entrenamientos online para corredores populares.
Hablamos sobre su vida de atleta, los años dorados y los momentos difíciles. Y también sobre cómo ahora disfruta cuando sus corredores populares consiguen sus objetivos.
¿En qué año empezaste a correr?
En 1978, cuando tenía 8 años. Soy de un pueblo de Mallorca donde no había mucho que hacer después de clase. Pero de repente apareció un profesor de dibujo al que le gustaba correr. Se llamaba Joan Pons y él me metió en el mundo del atletismo.
Mi primera pista fue un espacio de poco más de 250 metros con curvas muy cerradas detrás del colegio. Se trataba de una actividad extra escolar gratuita y correr en ese descampado se convirtió en un boom en nuestro pueblo.
¿Cuándo y cómo te diste cuenta de que tu distancia favorita era la maratón?
Desde muy joven. No se me daban mal las distancias de 5000 y 10.000, pero no era el mejor. Destacaba en las disciplinas más largas.
En el Campeonato Gran Fondo de España de 1990 llegué segundo en Absoluto, teniendo solo 20 años. Sabía que si quería seguir mejorando, no me podía quedar en Mallorca. Tenía que irme a Madrid. Y gracias a esa victoria me ofrecieron entrenar en la Blume.
Después de una temporada entrenando en la Blume en Madrid, logré clasificarme para el Campeonato Mundial de Media Maratón. Hice 1:01. Creo que a día de hoy sigue siendo el récord de España en la categoría Promesa. Tenía 21 años. Después de aquella victoria, mi entrenador me dijo que aprovechara esa forma física tan buena y que me presentara a la maratón de San Sebastián. Era inconsciencia total, porque solo era 3 o 4 semanas más tarde. Así que, un poco improvisado, di el salto a la maratón.
Y con 22 años gané la maratón de San Sebastián con una marca de 2:11:35. Esa marca era de los mejores del mundo en aquel momento. Yo era solo un chaval, la excepción que rompía la norma. Fue entonces cuando aparecieron los primeros contratos y cuando me seleccionaron para la Copa del Mundo. Fueron años muy prometedores.
¿Así que todo iba como la seda?
No exactamente. Había empezado muy joven y no tenía en cuenta el tema de las lesiones.
En primer lugar, entrenar para una maratón requiere mucho esfuerzo y mucho desgaste físico. Además, soy muy exigente conmigo mismo. Si el entrenador decía que tenía que hacer 10 series, yo intentaba hacer 12. Siempre quería hacer más. Tensé mucho la cuerda.
Las lesiones vienen en los peores momentos. Me han impedido ir a campeonatos muy importantes. Y no poder estar allí, te deja una herida muy gorda.
Te doy dos ejemplos.
En 1994 se celebró el Campeonato Europeo de Atletismo en Helsinki. Allí España hizo triplete en maratón. Con oro para Martín Fiz, plata para Diego García y bronce para Alberto Juzgado. Yo también estaba allí, pero venía de una lesión, de una fractura de estrés. Mi papel era importante para España, porque tenía que llegar sí o sí para clasificar al equipo y no me podía retirar. Terminar aquella carrera fue duro y llegué tocado. Pero llegué. Y esa era mi prioridad.
Antes de la maratón de Ámsterdam (2002) también venía de una lesión. Durante 3 o 4 meses no pude hacer entrenamientos con impacto, no podía correr. Por lo que hice otra actividad cardiovascular: el Pool Running, correr en el agua sin hacer pie. Durante todo el verano hice series y fartleks en el agua. En Porto Colom, durante horas y horas, y siempre acompañado de mi perro. La gente me llamaban el loco de la bahía.
Cuando el médico por fin me dio el alta, solo quedaban dos meses para la competición en Ámsterdam. Pero había trabajado mucho el aparato cardiovascular en el agua. Y en Ámsterdam llegué 4º con un tiempo de 2:08, logrando la mejor marca española de ese año. Algo increíble si piensas en lo poco que pude correr durante la preparación.
¿Hubo más momentos difíciles?
Sí. Me estanqué dos veces.
La primera vez fue en el 1997. Enlazaba muchas lesiones. El atletismo me daba para vivir pero no para formar una familia. Las becas de la Federación van en función de tu marca. Y con tantas lesiones casi no tenía beca. Estaba cansado de las lesiones y decidí volver a Mallorca. Como había estudiado Empresas de Actividades Turísticas encontré trabajo en un hotel rural, donde estuve 5 meses.
Aún así, seguía corriendo por mi cuenta y me metía mis buenas palizas de correr. Tanto fue así que me presenté al Campeonato de España. Y gané, con una marca de 2:10. Aquella victoria hizo que me reenganchara de nuevo al atletismo.
La segunda vez fue dos años más tarde, en el 1999.
Durante ese año había entrenado como nunca y estaba muy en forma. Quería ir a por todas en el Campeonato Mundial de Maratón en Sevilla. Pero unos problemas estomacales durante la competición me jugaron una mala pasada y tuve que abandonar. Después de todo el esfuerzo y el sacrificio durante la preparación, aquello fue un golpe muy duro.
¿Puedes describir cómo entrenabas en esa época?
No soy de talento, consigo resultados a base de mucho trabajo. En mi época se seguía la escuela italiana, es decir, se hacían muchos kilómetros.
Llegué a hacer 13 sesiones a la semana, hasta 270 kilómetros. Hacía series de 8000 cerca de 3 min/km con recuperaciones muy cortas. O 18 series de 1000 a 2:50 con una recuperación de 30 segundos. Tenía solo medio día de descanso porque incluso los domingos solía correr unos 12 km.
¿Cuándo decides retirarte?
Mi época dorada fueron 5 años, del 1999 al 2004. En esos años estaba en el top 10 mundial durante dos años consecutivos.
Pero todo tiene un precio. Hubo mucho desgaste, físico y psicológico. Llegó un momento en que lo quise dejar. Quería dedicarme a esa parte de mi vida que había dejado desatendida. Mi ilusión era formar una familia.
¿Y es desde entonces cuando te dedicas a entrenar a corredores populares?
Primero monté una tienda de zapatillas (Bikila) y como actividad complementaria ofrecía planes de entrenamiento para los clientes. La tienda no sobrevivió, pero los planes de entrenamientos sí. Así nació Bikilo Running. Por aquel entonces conocí a Noelia Álvarez, mi socia, y nos complementamos muy bien. Me dedico a preparar los planes de entrenamientos, a poner mi experiencia al servicio de los demás y a disfrutar cuando mis corredores me cuentan sus logros.
Ofrecemos planes personalizados, consultorías y webinarios y enviamos una Newsletter gratuita a nuestros suscriptores. Llegamos a muchos corredores populares y entreno a gente en Estados Unidos, América del Sur y por supuesto en España. La mayoría son corredores ya formados que quieren conseguir algún resultado en carreras de 10k para arriba. Pero también hay bastantes triatletas.
En Bikilo Running hay gente que se apunta durante 4 meses para conseguir un objetivo específico en, por ejemplo, maratón, pero también los hay que llevan con nosotros muchos años porque les gusta formar parte de nuestra comunidad. Somos como una familia.
¿Sigues corriendo?
Terminé mi época y dejé de pensar como corredor profesional. Hice un amago de ser popular, pero mi enfoque era demasiado profesional. Participar en Campeonatos Master no me atrae. Y lo respeto, simplemente no es para mí. Salgo a correr con mis hijos, Júlia y Francesc, porque me gusta ver cómo progresan. Y también corro para tener la mente tranquila, porque me gusta comer bien y tomarme mi copita.
última pregunta ¿Qué consejos das a tus corredores?
👉 Sé paciente y realista. No tomes la decisión de correr una maratón en una cena con dos copas de más. Márcate unos objetivos reales.
👉 Prepara el cuerpo, no existen los resultados inmediatos. Hay que ir asentando todas las bases.
👉 Dale importancia al descanso. Después de 3 o 4 sesiones duras, hay que descansar. Más no suma, sino resta.
👉 Utiliza el sentido común. A veces es necesario que alguien desde fuera te diga las cosas.
Más info: Bikilo running.